"La última función clara y definida del hombre -músculos que duelen al trabajar, cerebros que duelen para crear más allá de las necesidades elementales-, ése es el hombre. Construir una pared, construir una casa, una represa, y en la pared y en la casa y en la represa, poner algo del Hombre mismo y el Hombre mismo recibir algo de la pared, la casa y la represa, conseguir vigorosos músculos por el esfuerzo, obtener conceptos y formas claras de concepción. Porque el hombre, distintamente a cualquier otra cosa orgánica o inorgánica del universo se proyecta más allá de su trabajo, asciende los peldaños de sus conceptos, emerge más allá de sus realizaciones."
Steinbeck, John. Viñas de ira. Editorial Claridad. Buenos Aires,1961
Frente a las difíciles condiciones del mundo del trabajo a inicios del siglo XXI tanto en la Argentina como en el mundo, los microemprendimientos productivos constituyen un camino que abre la esperanza para aquellas personas que se hallan en estado de subempleo o incluso de desocupación y, también, para quienes han generado experiencias de autoempleo que quieren mejorar y organizar racionalmente. Esa esperanza se funda en muchas razones ligadas no sólo a lo económico sino a otros aspectos más relacionados con ciertos valores como la solidaridad, las acciones comunitarias y el bien común.
En síntesis, existen razones superiores en aquellos que emprenden la tarea de organizarse a través de un microemprendimiento que permita recuperar la autoestima laboral, lograr un empleo estable y elevar su calidad de ida.
El derecho de toda persona a trabajar y alcanzar su bienestar a través del empleo contrasta hoy con el descenso constante del número de personas que pueden trabajar y las escasas remuneraciones que reciben. Existe una incertidumbre generalizada con respecto al futuro del empleo, a tal punto que la población que posee trabajo renuncia a sus derechos más elementales ante la amenaza de perderlo.
El derecho al trabajo está garantizado por la Constitución y es parte de los Derechos Humanos. Los microemprendimientos deberían formar parte de políticas de estado a largo plazo
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