Si sus empleados se encuentran comprometidos, si creen en la visión de la empresa y están preparados para dar todo de sí mismos, es muy probable que su empresa sea exitosa. Por esa razón, el concepto de “empleado comprometido” se ha hecho tan popular.
Estudios recientes demostraron que la productividad se encuentra estrechamente vinculada con el carisma del líder. El estudio Empleo Global –llevado a cabo por Towers Watson– que relevó cerca de 90.000 empleados en 18 países, destacó que cincuenta compañías globales, relacionaban año tras año, el nivel de compromiso de sus empleados con los resultados financieros obtenidos. Las compañías con un alto nivel de compromiso lograban un 19% más de crecimiento en sus operaciones y 28% más de crecimiento en sus ganancias por acción. Por el contrario, las compañías con un bajo nivel de compromiso tuvieron caídas de más de un 32% en sus operaciones y las ganancias por acción declinaron un 11%.
Si tomamos los porcentajes en proporción, podremos establecer cuánto puede perder una pequeña empresa si tiene empleados desmotivados.
Para contrarrestar los efectos de un compromiso negativo de parte de los empleados, desde Profiles International apuntan a fortalecer y transformar en carismática la personalidad del líder, algo que, en palabras de su presidente, Diego Curutchet, “es posible gracias a una serie de pautas que pueden seguirse teniendo en cuenta el feedback de las personas con quienes trabajamos”. En el libro Leadership Charisma, de Bud Haney y Jim Sirbasku con Deiric McCann, presentado recientemente en la Argentina –aunque su versión en español aún no se encuentra disponible– se analizan las diferentes facetas del liderazgo carismático.
Curutchet, indica que para comenzar a trabajar el carisma “es importante tener en cuenta la noción de vínculo, que es en definitiva lo que ven los otros”. Los datos que sobresalen de una encuesta de Fortune sobre “Las mejores empresa para trabajar” muestran que resultan de suma importancia:
- La relación entre colaboradores y jefes.
- La relación entre los empleados y sus puestos de trabajo o la empresa.
- La relación entre los empleados entre sí.
Es en los primeros dos puntos, donde un líder con carisma marca la diferencia. Es importante destacar que el carisma no es un atributo, sino la percepción que una persona tiene sobre otra cuyo temperamento le resulta atractivo. Nadie es carismático por sí solo, se necesitan dos personas, indican los autores. Según el sitio Academic Leadership las características de los líderes carismáticos son:
- Son agentes de cambio, visionarios.
- Poseen mucha energía y entusiasmo.
- Proyectan y entusiasman sus emociones a sus seguidores.
- Son grandes comunicadores y utilizan la inteligencia emocional.
- No temen al fracaso.
- Son buenos contando anécdotas y creen en el concepto del management por anécdota. De hecho, comienzan sus presentaciones o discursos con anécdotas para conectarse rápidamente con la audiencia.
- Siguen a su corazón, desarrollan una visión para otros, son grandes confidentes y optimistas.
- Se conectan con la gente y construyen puentes.
- Son honestos y ayudan a otros.
- No se rinden.
¿Por dónde comenzar?
Una frase muy buena resume: “Conozca su trabajo, disponga algunos buenos ejemplos para la gente que trabaja para usted, y priorice los resultados por sobre las políticas”, Dyan Machan. Además continúa:
- Sonría desde su corazón.
- Alabe libremente y critique con moderación
- Mantenga contacto visual y estreche las manos con firmeza.
- Demuestre un lenguaje gestual positivo.
- Trate a los otros con respeto
- Recuerde los nombres.
- Mejore sus herramientas de comunicación.
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